Marcela Turati, jueza del Tribunal Permanente de los Pueblos sobre el Asesinato de Periodistas, una iniciativa no gubernamental, ve un panorama adverso en el país. Los asesinatos son la expresión más extrema de violencia, pero también hay una constante de amenazas, agresiones, espionaje y desplazamiento forzado.
“A pesar de que llevamos tantos años sumidos en esta noche negra para la prensa, la impunidad sigue intacta, los crímenes no se investigan. Y el mensaje para quienes quieren silenciar a los periodistas es que pueden hacerlo, que lo tienen permitido, que es muy fácil y barato, que no habrá costo que pagar”, dijo a CONNECTAS.
El presidente y la prensa
La llegada de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a la Presidencia de México en 2018 significó un cambio abrupto en la relación prensa-poder en el país.
Lo primero que hizo fue reducir en dos tercios los recursos destinados a publicidad oficial, una decisión incómoda para la mayor parte de los medios de comunicación que habían hecho de los recursos públicos su único modelo de negocio.
También implementó la conferencia matutina, conocida como ‘La Mañanera’, que transmite las redes oficiales y los canales públicos, y tiene eco en casi todos los medios de comunicación nacionales. La Mañanera se convirtió rápidamente en un hito comunicacional que permitió al presidente acaparar gran parte de la agenda mediática desde tempranas horas. Pero al mismo tiempo AMLO también lo usa para abrir disputas contra lo que considera ‘prensa opositora’, a la que con frecuencia tilda de “mercenaria”, “conservadora”, “vendida” y “fifí”.
Andrés Manuel López Obrador alega que se trata de un ejercicio de libertad de expresión, como parte de su derecho a responder a noticias falsas y lo que él denomina “campañas de difamación”. “Muerden la mano de quien les quitó el bozal”, dijo el 3 de julio de 2019, en referencia a periodistas y escritores.
Para Jan Albert Hootsen, del CPJ, el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene una estrategia de ataque selectivo a los periodistas y medios, aquellos que ejercen periodismo crítico. “El presidente usa el discurso de libertad de expresión para maquillar lo que en realidad es un presidente visceral ante las críticas, que no responde preguntas, que no da información suficiente como para satisfacer la necesidad de la sociedad. Él no está asumiendo la responsabilidad que tiene como máximo servidor de la nación”, afirmó.
Hootsen opinó que no considera que el gobierno federal sea responsable directo de las agresiones a periodistas, sino que lo problemático es el encono que genera en la sociedad contra la prensa.
López Obrador presenta a la prensa crítica como enemigo y eso tiene impacto en la percepción de la sociedad, coincidió Marcela Turati. “Se le olvida que es un líder de Estado y que no puede usar de esa forma el poder, pues está usando sus medios…